¿Usas asistentes como Siri, Alexa u otras herramientas como ChatGPT y sientes la necesidad de iniciar con un «hola», incluir un «por favor» o despedirte con un «gracias»? Aunque estamos hablando con máquinas, estos simples gestos revelan algo importante: cómo nos relacionamos, incluso con lo no humano.

Hay quienes optan por ir al grano, dejando de lado la cortesía, mientras otros creen que ser amables podría influir positivamente en las respuestas de la inteligencia artificial (IA). No todos lo ven de la misma manera y de allí, nace la pregunta: ¿es realmente importante tratar bien a las máquinas?

Aunque la IA no tienen emociones, los expertos coinciden en que el lenguaje que utilizamos influye en la experiencia. Según Kurtis Beavers, director del equipo de diseño de Microsoft Copilot, “usar un lenguaje cortés establece un tono para la respuesta”. Es decir, si nos dirigimos a una IA con respeto, sus respuestas estarán alineadas a esa cordialidad, no necesariamente porque “sienta” algo, sino porque está diseñada para reflejar patrones de comportamiento humano.

En otras palabras, la forma en que interactuamos crea la atmósfera en la conversación con interacciones más fluidas y enriquecedoras con una máquina. Gracias a su capacidad de aprendizaje cada interacción es una pieza en el rompecabezas de su desarrollo. Beavers lo resume en que nos convertimos en sus entrenadores. Esto significa que nuestros modales, tono y lenguaje no solo influyen en la respuesta que obtenemos, sino que también dejan una huella en cómo estas tecnologías evolucionan para ofrecer experiencias más precisas y personalizadas. 

Así que, la próxima vez que hables con alguna de estas IAs, asegúrate de ser amable no solo por cortesía, sino pensando en invertir en un futuro más humano y colaborativo. ¿Lo habías considerado antes?