Cuando un influencer como Arturo Lemmen con más de 536 mil seguidores en Instagram decide compartir una experiencia, no es solo una reseña: es un fenómeno. Originario de la Ciudad de México, Arturo se ha ganado el reconocimiento por mostrar de manera cercana y honesta, los lugares que visita. Su opinión ha ido ganando cada vez más peso, llegando a ser capaz de transformar la reputación de cualquier negocio con un solo post. 

Hace poco, vivió una experiencia que relató y se convirtió en un fenómeno en redes sociales y que demuestra el enorme poder que tienen los influencers, las redes sociales y la experiencia del cliente que llegan a ser determinantes en el éxito o el fracaso de un negocio. 

Hoy vivimos en un mundo donde basta una sola publicación para cambiarlo todo, una historia contada desde un celular puede elevar una marca a lo más alto o arrastrarla al fondo en cuestión de horas. Recientemente Arturo visitó dos restaurantes en la Ciudad de México que ofrecen la misma comida, pero son diferentes y lo hizo con la intención de compartir su experiencia. El primer restaurante que visitó fue un lugar elegante, reconocido y con una reputación impecable, pero desde que entró fue recibido con mala actitud, el personal fue poco amable, además de descortés y desinteresado, recibió respuestas frías, cortantes y sin ninguna disposición de servicio.  

El segundo restaurante que visitó fue un restaurante más modesto y menos conocido, desde el primer instante lo recibieron con amabilidad, el personal se mostró cálido, atento y servicial, se notaba que realmente estaban interesados en brindar una buena experiencia, cada pregunta fue respondida con entusiasmo y la atención fue impecable desde que entró hasta que salió 

Esa diferencia fue suficiente para que Arturo plasmara su experiencia en una publicación en redes sociales, donde no solo narró lo que vivió, sino que transmitió emociones auténticas que resonaron profundamente con su comunidad. Al compartir su verdad de manera honesta y cercana, su post se volvió viral, alcanzando a miles de personas que confiaron en su opinión y decidieron actuar en consecuencia. 

El impacto fue inmediato y contundente: el restaurante famoso comenzó a ver caer sus reservas y recibió una ola de comentarios negativos, mientras que el pequeño local, gracias a la exposición y credibilidad que Arturo le dio, se llenó de nuevos clientes ansiosos por vivir esa experiencia que él había contado. Todo esto sucedió porque en la era digital, una sola publicación tiene el poder de cambiar la trayectoria de una empresa. 

Hoy más del 60% de los consumidores confía más en lo que dice un influencer que en lo que dice la marca sobre sí misma.  Entonces, la pregunta para cualquier empresa hoy no es cuánto invierte en publicidad, sino cuánto invierte en generar experiencias memorables porque la próxima historia que se cuente en redes puede ser la de tu negocio.